A pesar de la apelación a la
disciplina del orden bipolar. Los acontecimientos del otoño de 1956 abrieron
una nueva fase en la política mundial. Sin amenazar la estructura de la
sociedad internacional ya definida, dichos sucesos requirieron una ulterior
revisión de la misma, suscitando incluso aventuradas tentaciones de alterar las
relaciones de equilibrio en que se apoyaba. La situación se prolongo hasta
1963, caracterizándose por algunos episodios fundamentales.
El parlamento Europeo, con
sede en la ciudad alsaciana de Estrasburgo, es uno de los centros neurálgicos
de decisión de la política europeísta desde su creación en la década de los
cincuenta.